Presenta resistencia a la hipnosis quien es muy racional, está esperando "conectarse", tiene ansiedad por saber en qué momento lo hipnotizan, o quiere que lo toquen mágicamente y quede profundamente dormido, y que cuando despierte esté como nuevo: sin miedos, sin resentimientos y sano de todas sus dolencias y adicciones. También presenta dificultad quien llega a la terapia acompañado de alguien en quien no confía sus secretos (piensa que le pueden hacer decir algo que oculta), tiene afán para viajar o asistir a un compromiso. Son casi imposibles de Hipnotizar los niños muy inquietos y los adultos de avanzada edad. También quienes están bajo los efectos de licor o droga, los muy sumisos, o aquellos que tiene algún desorden o retardo mental.

Nadie se queda Hipnotizado. Si el sujeto es abandonado en ese estado, el sueño hipnótico se convierte en natural y despierta normalmente poco tiempo después. La Hipnosis como tal no tiene peligro.

Sí, pero es importante entender qué significa exactamente una regresión. El simple hecho de recordar lo que hiciste ayer o lo que estabas haciendo antes de leer estas líneas ya es una forma de regresión. Sin embargo, durante la hipnosis, se pueden acceder a recuerdos mucho más profundos y lejanos que normalmente serían imposibles de alcanzar de manera consciente. En estado de hipnosis, es común recordar eventos de cuando tenías un año de edad, experiencias dentro del vientre materno, e incluso es posible explorar lo que podrían ser vidas pasadas. Aunque las "vidas pasadas" solo se pueden corroborar mediante los datos obtenidos durante la regresión, existen cientos de casos documentados que respaldan su existencia. Dicho esto, es importante destacar que el concepto de "vidas pasadas" tiene una connotación espiritual más profunda. Desde una perspectiva estrictamente espiritual, no existen vidas pasadas como tales, sino una única existencia espiritual que se manifiesta a través de diferentes cuerpos a lo largo del tiempo.

La hipnosis es un estado de atención focalizada donde se es consciente de lo que se dice y de lo que se hace. Técnicamente, también se la ha definido como un estado alterado de consciencia, debido a que la persona no está en su estado habitual, lo cual no quiere decir que no sea natural y propio de la mente. En la hipnosis la persona no está dormida, pero tampoco está en vigilia; se encuentra en un estado intermedio, por lo que algunas personas pueden llegar a experimentar niveles muy superficiales, medios o profundos, lo cual depende del grado de sensibilidad que se tenga, como también de la habilidad del hipnotizador o terapeuta para conducirle a determinados estados. Cabe decir que toda hipnosis es, ante todo, auto hipnosis, pues nadie puede hipnotizar a otra persona en contra de su voluntad.

Es un modelo de hipnosis terapéutico revolucionario, la cual dentro de sus fundamentos combina Hipnosis Regresiva, Dinámica de perdón y Espiritualidad. Busca modificar estados de pensamientos ayudando a encontrar los orígenes de conflictos emocionales o psíquicos que se encuentran a nivel subconsciente y que están generando dificultades, ya sean emocionales o psicosomáticas. Una vez encontrado el origen de las dificultades, se procede a disociar, perdonar, liberar y reprogramar a nivel interior, por lo que se consigue cambios de pensamientos, sentimientos, conductas y alivio en el paciente.

Es importante anotar con relación a la hipnosis que en dicho estado podemos eliminar dolor, recordar eventos olvidados, reprogramar conductas, potenciar recursos y facultades del cuerpo. Es la herramienta más rápida y eficaz de la psicología para sanar alteraciones de la salud mental y emocional. Se utiliza como herramienta en la sanación de fobias, miedos, tristezas, angustia, anorexia, bulimia, baja autoestima, inseguridad, complejos, migraña, obesidad, obsesiones, alergias y adicciones”. Cabe anotar que las dificultades antes mencionadas pueden generar enfermedades psicosomáticas, es decir, que se originan en la mente, pero se manifiestan en el organismo. Un indicio de este tipo de dificultades es cuando después de rigurosos exámenes médicos no se encuentra explicación a los padecimientos. Además, con la hipnosis se puede lograr alcanzar niveles superiores de consciencia, los cuales facilitan acceder a los recursos internos para sanar, liberar, modificar y potencializar habilidades importantes para el crecimiento espiritual, personal, laboral y profesional.

Generalmente en una sesión se pueden tratar diferentes ítems. Normalmente basta con una sesión para lograr resultados positivos, pero en gran medida esto depende de la apertura que el paciente o consultante tenga al proceso y su deseo de cambio.

La hipnosis introspectiva se puede hacer presencialmente o a distancia, mediante la comunicación audio visual de internet, a través de diferentes aplicaciones de video comunicación online, ya que el método se basa en la comunicación emocional sugestiva entre el consultante y el hipnoterapeuta. Para ello se requiere un computador que tenga cámara para video, micrófono y unos audífonos o altoparlante que le permitan al consultante escuchar, ver y dialogar con el terapeuta. Los resultados dependerán de la actitud del consultante, que realmente esté dispuesto a lograr el cambio en su vida. La hipnosis es una herramienta que le ayuda al que también se ayuda.

Como se van a trabajar cosas inconscientes y muy íntimas lo ideal es que estés solo o sola; en caso tal desees estar acompañado(a), el requisito en este caso es que tu acompañante sea de confianza para tí, que no impida o bloquee aquellos contenidos íntimos que puedan aflorar en la sesión, y te puedas expresar con libertad, ya que con esos contenidos es que se va a trabajar.

La persona en trance hipnótico no está dormida. Es cierto que al finalizar la sesión es costumbre de muchos hipnotizadores decir ¡Despierta!, pero eso es un lenguaje figurado. Y suponiendo que el terapeuta muera de repente en pleno proceso, el trance hipnótico se transforma en sueño natural y la persona "despierta" naturalmente. Si la señal de internet se corta durante la terapia, como a veces sucede, la persona se incorpora y puede restablecer la conexión.

Nadie puede ser hipnotizado en contra de su voluntad. Durante la hipnosis el sujeto es dueño de sí mismo; sólo hace aquello que acepta hacer. Por lo general, a medida que el terapeuta le va solicitando que recuerde la causa de un determinado síntoma, percibe una sensación, imagen o pensamiento relacionado de alguna manera con el tema. Así, poco a poco, se le va llevando cada vez más profundo en el trance, procurando que no analice conscientemente lo que está diciendo.

En hipnosis nadie hace cosas en contra de sus principios morales. El sujeto tiene control sobre lo que tiene que ver con su código de ética y principios morales.

Al salir del trance se puede recordar todo, parcialmente o nada. Esto depende de varios factores, como las ordenes del hipnotizador y lo traumático de las vivencias.

Si nadie se hace una cirugía simplemente para ver qué encuentra, tampoco es conveniente que se haga una regresión por curiosidad de saber quién fue anteriormente. El estado mental (afectos, emociones, miedos y diversos sentimientos), se puede comparar con el agua más o menos cristalina en la superficie de un lago: Si alguien escarba en el fondo, se levanta lodo y enturbia por un tiempo el agua de la superficie. En lo profundo de la mente tenemos huellas de vivencias pasadas que no es conveniente recordar. ¿Por qué efectuar la regresión de memoria para llorar el recuerdo de episodios infelices del pasado, o alimentar el ego con la grandeza ilusoria de creer que fuimos un personaje importante? Si al venir a la Tierra olvidamos nuestro supuesto pasado, valoremos el presente y preparemos un futuro mejor en nuestro beneficio, seamos sinceros con nosotros mismos y procuremos cambiar de manera racional y consciente las malas tendencias. De manera similar a una cirugía, que sólo se debe hacer para extraer tumores o corregir defectos físicos, la regresión de memoria se recomienda para buscar el origen de traumas, complejos, miedos, dolores y enfermedades a las que la medicina convencional no encuentra la causa, para tratar de reprogramar actitudes y dependencias asociadas con el hecho. Al enfrentar, aceptar y perdonar las causas, usualmente cesan los efectos perturbadores, aunque no se crea en vidas pasadas.

Normalmente la sesión de hipnosis tiene una duración de 2 horas, esta inicia desde el momento en que el consultante llega a la sesión; incluye entrevista, el proceso terapéutico hipnótico y en algunos casos recomendaciones del terapeuta. Cabe anotar que en algunas ocasiones se puede extender un poco más, por lo que es necesario asistir con libertad de tiempo, esto facilitará también que el consultante tenga más posibilidades de lograr los objetivos terapéuticos que se planteen en la entrevista.

Una de los puntos fundamentales en todo proceso de sanación es que la persona quiera sanar: Es decir, que la persona debe tener disposición desde el principio para el proceso y quiera sanar, desee profundamente el cambio. En ocasiones, asisten personas a la consulta que han sido llevados con engaños por otra persona que piensa que existe una “varita mágica” que realizará los cambios. Nada más erróneo que esto, ya que para el proceso es sumamente importante que la persona sea consciente que tiene una dificultad y quiera estar en la consulta; por ejemplo, alguna vez llegó un joven acompañado de su madre a donde el terapeuta y ésta le dijo: “Doctor, que de aquí mi hijo salga totalmente sano, como nuevo y sin adicciones” … El terapeuta centró su atención en el joven y le preguntó: “¿Tú quieres salir de la adicción?”. El joven le respondió: “ha, parcero, yo me siento muy bien con mi marihuana, yo no le hago daño a nadie, yo trabajo y me la fumo, yo soplo responsablemente” … Es irónico, pero en estos casos es casi imposible poder ayudar a esta persona, ya que ella no es consciente de que tiene un problema y que necesita ayuda. Todo el universo, su familia, amigos y terapeuta pueden querer que él se sane, pero si él no quiere, no se podrá lograr nada. “No se puede ayudar a quien no quiere ser ayudado”.

La terapia de hipnosis introspectiva es un método de la psicología para ayudar a reprogramar hábitos, miedos, culpas y actitudes que afectan al sujeto. No se hace para dormir ni sanar enfermedades o dolencias propias de la edad y deterioro del organismo, ni se utiliza para diagnóstico o sustitución de exámenes clínicos. Es la mejor herramienta de la psicología, como alternativa para buscar la recuperación de la salud, pero no es una panacea que todo lo sana. En las farmacias venden medicamentos diversos para una misma dolencia o enfermedad, y no resulta lógico reclamar al boticario la devolución del dinero si el medicamento recetado no le funcionó a un paciente. Tampoco es lógico hacer lo mismo con la clínica si no se logró eliminar el cáncer con el tratamiento de radiación y quimioterapia. Si un albañil no puede garantizar la calidad de una obra cuando los materiales los suministra el dueño del proyecto, un terapeuta tampoco puede garantizar ni condicionar el cobro al resultado, pues es el paciente quien aporta todos los elementos para el procedimiento.

Es importante aclarar que a veces la mente subconsciente puede generar fabulación, constructos mentales o imaginarios, ya que ésta manifiesta sus contenidos simbólicamente. Un ejemplo de la simbología que puede manifestar la mente subconsciente lo encontramos en los sueños, en donde a veces se presentan eventos que nada tienen que ver con la realidad, aparentemente fantasiosos, pero que sin lugar a duda poseen una gran información con relación al soñante. Ahora bien, independientemente de lo que la persona esté experimentando en el trance hipnótico sea imaginario, fabulación, recuerdo real o falso recuerdo, si esta información le estaba afectando y al lograr cambios en estos contenidos estos cambios se verán reflejados posterior al proceso terapéutico; ya que “si la mente o una fabulación te enferma la misma mente o fabulación tiene el poder de sanarte”.